sábado, 26 de marzo de 2011

Hace falta un mentiroso para reconocer a otro

La mentira tiene patas cortas me decía mi madre, pero al final yo siempre terminaba admitiendo mis mentiras: Jamás se me descubrió una. A no ser que tenga la "brillante" idea (Nótece el tono de sarcasmo en "brillante" ¬¬) de informar a terceros de la naturaleza de la verdad... La verdad verdadera, no la otra. O sea, uno cuando miente no dice una mentira, dice una verdad distinta ;) Y el primer paso para una mentira exitosa es mentirse a si mismo. Si vos crees que es verdad, no vas a actuar como si fuera una mentira, y no vas a dar señas que te delaten. Pero es en el termino de lenguaje corporal y demás, en términos de que se descubra la mentira porque es una mentira mala...
Primero: que sea creíble. No exageres.
Segundo: que sea creíble. Tiene que tener un trasfondo consistente, o sea un porque que también sea creíble. Tercero: No le digas nadie la verdad. Mentirle lo mismo a todos es esencial para que nadie te termine delatando ¬¬ Y por lo tanto tiene que ser una mentira universal, algo que le puedas mentir a absolutamente todos.
Cuarto: No dejes cabos sueltos. Hasta el más mínimo detalle puede ser fatal en la mentira. (hay que pensar una excusa para cada posible pregunta de porque esto, porque aquello)
Y lo más importante de todo es: No mientas a no ser que sea absolutamente necesario. Porque construir es un trabajo arduo y extenso; destruir solo lleva un momento.

A mi me han dicho "brutalmente honesto" y estoy orgulloso dello. Carajo. Soy muy bueno mintiendo, por eso no lo hago. Sí, soy honesto. (Bueeeeeeno, muuuuuy de vez en cuando... en fin)
La gente dice que quiere honestidad, pero no la saben valorar. Cada vez que digo la verdad alguien se ofende o no me creen, o simplemente... Bah.
Recurro de nuevo a lo que ya he escrito pero en otro contexto. En este caso es el blog de una amiga que, o casualidad, acaba de hacer un post sobre la mentira.... *silva disimuladamente*

'Yo solo me arrepiento de mentirme a mi mismo. Actualmente me catalogan de "brutalmente honesto" Lo que se entiende como "la gente dice que quiere honestidad, pero dale una mentira creíble y se le aferran como un pulpo con garras. Es preferible una mentira linda a una verdad que duela"'

miércoles, 16 de marzo de 2011

Points of release

Parece a punto de dar un beso...
—Una mujer no es más que belleza atrapada en un cuerpo mortal. La belleza lucha por liberarse todo el tiempo y tira más de un lado o de otro. Se acentúa más en alguna parte, se retira de otra zona, pero el total de belleza sigue el mismo. Al arreglarse, producirse, o el termino que quieras usar para referirse a cuando una mujer trata inútilmente de hacerse aun más hermosa, todo lo que pueden lograr es encausar el caudal de encanto en la forma que ellas quieran. Hay varias formas de magnificencia que se pueden poner de manifiesto, pero todas son la forma controlada de la belleza salvaje y natural que habita en el interior. Se puede ejemplificar como la diferencia entre un bulbo de rosa y una rosa en flor: ambas rosas son hermosas, pero una está contenida, y la otra se muestra en su esplendor. Está en cada quien si prefiere una belleza controlada, pulida y sutil, o una belleza natural y virgen.
—Sí, sí, todo muy bonito, pero dejame levantar y peinarme.
—Pero te traje el desayuno a la cama...
—¡Llevalo a la mesa! —Me dijo camino al baño.

Y colgada de la puerta con el peine aun en la mano me dijo—Y desayunamos juntos—Y me guiñó el ojo...

sábado, 12 de marzo de 2011

Death

El pueblo no era más que una docena de casas amontonadas normalmente. Pero por culpa de la plaga ni pueblo era un termino apropiado. Las pilas de cadáveres en descomposición, algunas casas en llamas, en un desesperado intento de purga, y los muertos que no se conformaron con quedarse muertos...
Sentada sobre un barril, tomando de una botella Slither admiraba la escena. Velvet caminaba entre la carroña admirado del trabajo de la peste. Era obvio que el destino iba a unir sus caminos.

—Me llama la atención que estés sentada tan calma entre el caos reinante a tu alrededor

—He visto peores escenas. Y varias las he causado yo misma.

—Por algún motivo me das la impresión de ser una Assassin...

—Bueno, yo no tengo dudas de que eres un Nigromante. La armadura de hueso te delata...

Se midieron a unos pasos de distancia, pero Slither le señaló otro barril con la cabeza. Velvet no tomaba, pero sacó una pipa, tallada en un fémur humano y comenzaron a conversar animadamente. La escena estaba teñida por el olor a putrefacción, la muerte que los rodeaba en forma casi que tangible. Pero justo eso era lo que tenían en común: la muerte.

— ¿Te molestan los Nigromantes?

— ¿Y por qué habrían de molestarme? Yo los mato, ustedes los usan después. Ni interfieren en mi trabajo ni lo deshacen como los malditos Bendecidos...

—Ah, ahora entiendo un poco más la mentalidad del Assassin. Compartimos el odio por los Bendecidos, pero asumo que a ti lo que te molesta no es que mancillen a un cadáver con nueva vida, sino que deshagan algo que debería ser definitivo... ¿Me equívoco?

—Has dado justo en el clavo. Todos vamos a morir, la muerte es una sola. Cada quien recibió dos regalos: una vida y una muerte. Y los malditos Bendecidos (que irónicas mis palabras, ¿no?) le quitan el valor a ambas.

—Sí, es cierto. Es totalmente antinatural revivir a alguien que ya ha muerto. Además los estúpidos se creen más poderosos que el destino mismo, decidiendo QUIEN recibe el regalo que es estar vivo por segunda, y en algunos casos tercera y hasta cuarta vez.

— ¡Exacto! ¿Y nos juzgan a nosotros por terminar una vida "antes de tiempo"? ¿¿Y quienes son ellos para prolongar una más de la cuenta?? No saben apreciar el fino trabajo que hacemos. No es simplemente cercenar una garganta, hay que darle un final digno. Sí vas a matar a alguien más te vale hacerlo bien.

—Nunca van a entender la deshonra que provocan constantemente... ¿Puedo preguntar que haces en estos lares?

—Sí, puedes. Pero antes dime que haces tu aquí.

—Bueno, esta plaga extraña está diezmando la población del reino. Pero lo interesante es que mucha gente se transforma en muertos vivos de manera espontánea. Como Nigromante es obvio que quiero aprender el porqué. Después de todo mi existencia se basa en crear y controlar muertos vivientes. Tu turno.

—Sí, asumí que sería por algún motivo de esa índole... ¿Y no te preocupa que la gente piense que eres el responsable de la muerte andante?

— ¿Y tú me piensas responder con evasivas toda la noche?

Las llamas de la casa que los iluminaba danzaban al par de los gritos agonizantes. Un Zombie pasó a su lado sin prestarles atención siquiera. Slither sacó una ballesta de bajo su capa, le disparó entré los ojos y le respondió a Velvet:

—La gente me paga por matar. Lo que esta peste cambió es que me pagan los que quieren morir. No quieren convertirse en muertos vivientes, así que me piden que les de un final digno. Y ese es justamente mi trabajo. Aquí saben apreciar una muerte bien lograda.

—Entonces te interesará mi propuesta. Yo justamente tengo la intención de convertirme en un Lich, y tus servicios me sirven como anillo al dedo. ¿Quien mejor que una Assassin para terminar mi vida mortal?

Los ojos de Slither se iluminaron como las llamas de la ya silenciosa vivienda. Alguien que comprendía su forma de arte, y le pedía que la aplicara a su existencia. No se iba a negar. Era exactamente lo que ella quería.

—Dime cuando y donde. Y no, no voy a cobrarte. La primera es por cuenta de la casa por saber apreciar mi trabajo—y le guiñó un ojo.


Han pasado semanas. Slither y Velvet están en una oscura y fría cripta. Es el laboratorio personal de Velvet. Este está ataviado con una ceremoniosa bata negra. Para convertirse en un Lich, un mago muerto viviente, tiene que hacer la ceremonia de una manera especifica: Tiene que morir de cierta manera para que su alma se aprisione en la filactería y pueda seguir morando en la carcasa hueca en la que se irá transformando su cuerpo. Ella es justamente lo que el busca: alguien que entienda la importancia de una muerte bien hecha, alguien en quien confiarle el hecho de matarlo.

Velvet se acuesta en el altar de piedra para sacrificios. Slither toma el puñal con el placer anticipado de una muerte. Pero Velvet también la espera: para el no es un final, sino un comienzo; es el momento de su apoteosis. Velvet no percibe la emoción en el rostro de Slither. Nunca comprendió que su arte no es seguir una serie de pautas preestablecidas al dar una muerte. No entendió que su arte es creativo, su arte no es destructivo, su arte implica a veces incluso hacer sufrir tanto a la obra que la muerte llegue como un alivio.

Recién al momento en que el puñal penetró la carne Velvet pudo leer en sus ojos algo que ella le había dicho, pero el no supo escuchar.

—Me pagaban para que les diera muerte, porque lo que yo mato se queda muerto Nigromante...

martes, 1 de marzo de 2011

Abrir la mente ante las posibilidades

La narrativa es imprescindible para darle vida a un texto. Russeau dijo mil barbaridades sobre un sistema autorecursivo de como los libros TIENEN que haber sido inventados por la participación de una fuerza superior. Algo de como se necesita un lenguaje para crear una sociedad, y se necesita una sociedad para crear un lenguaje. Yo lo que digo es que ambas cosas se crearon al unisono, creciendo en complejidad a medida que cada uno ayudaba al otro. Pratchett hizo uso de esta idea de la fuerza tras los libros en un universo donde todo es literal: si yo creo que el conocimiento es poder pues lo es, y un auto puede marchar a base de conocimiento.
Es es este universo donde las tergiversaciones del lenguaje se pueden aprovechar para decir cosas como:

L-Space is portrayed as a natural outgrowth of the fact that "knowledge=power=energy=matter=mass" and mass warps space, and therefore, libraries in the Discworld universe are a very dangerous place indeed for the unprepared.


Pero en este mundo en el que vivimos estas cosas no se aplican... O si?