Pan de azúcar

De camino a Maldonado pasé frente al cerro Pan de Azúcar, como frente a otros varios de la zona. No fue este el que más me llamó la atención, pero si es el más destacable, por lo que voy a hablar de él. Lo primero que pensé fue "megda, no traje la cámara" pero hoy me doy cuenta de que ya no tiene sentido que vaya con mi cámara a lugar alguno, pues ya alguien ha sacado "esa foto" que iba a sacar...

El nombre asumiré que es por las rocas que asoman por la ladera este, dotándolo de la apariencia de tener una "cubierta azucarada" para el ojo aguzado. (Suposición mía, eh?) La magnificencia de la obra de la naturaleza no deja de maravillarme. Solo con pasar cerca, por la ruta misma, ya te quita el aire que haya tal colosal elevación de terreno (423msnm) y me hace pensar lo que se sentirá estar a los pies del Aconcagua, el Kilimanjaro o el Everest... Pero no es solo alto, sino bonito. Mirarlo a él es como belleza natural en sí es una cosa, pero apreciar la vista que ofrece, con la inmensidad extendiéndose a tus pies... Con el horizonte ensanchándose hasta el punto en que el aire deforma la lejanía y le da un todo grisáceo-azulado...

Y el hombre goza del poder de dejar huella en tal inmensidad? Don Francisco de Piria estableció una cantera en una de sus laderas hace al rededor de cien años, de donde se extrajo granito para fundar las bases de la floreciente metrópolis costera. Huella han dejado, en la forma de una cruz de 35 metros de altura, inaugurada en 1933 y creada por el poeta Juan Zorrilla de San Martín del Pozo (No confundir con San Martin...)

Y yo que tenía ganas de hacer rock climbing por la ladera este... Resulta que por la ladera sur se puede subir caminando. Pa' que me voy a molestar?