Que alivio que Susana estudiara administración, así pudo quedar a cargo del restaurante y ella y Leo podían retirarse tranquilos. Susana tenia una carita tan bonita, con una sonrisa triste y la mirada resignada. A sus 28 años estaba en edad de casarse, pero bueno, ya iba a tener tiempo, y era mejor que eligiera bien a que eligiera pronto. Y el imbécil de Antonio no hubiera sido precisamente la elección correcta...
Su querido Leo, sentado apaciblemente en el lecho de su moribunda esposa. April no quería dejarlo, pero no podía hacer nada, y estaba en paz con el hecho de morir. Ya tenia sus años Leo, pero ojala encontrase a alguien para pasar sus últimos días.
April sintió como la vida se le empezaba a ir y murmuró unas últimas palabras... Pero ya se apagaba, se iba... Y Gh╖rÖ despertó.
Gh╖rÖ había tenido un sueño extraño en el que era una humana. Unos seres de cuatro miembros, dos inferiores y dos superiores, que tenían una sola cabeza, que se reproducían... ¿sexualmente? La idea la causaba gracia. Era una sociedad muy mal organizada, donde todos los humanos eran mas o menos iguales, solo difernciándose socialmente por sus logros personales. No había una estructura jerárquica basada en las aptitudes con las que nacía cada individuo. Todos se reproducían, no había reina, nada tenia sentido.
Pero lo más raro era que en el sueño mismo tenia sueños a su vez. Los cuales eran mucho mas raros que un sueño normal, obviamente duraban muy poco tiempo y muchas veces de hecho no podía recordar el sueño al despertar. Y estaba convencida de que era esa humana, y que esa era la realidad. Incluso estaba segura de que no era un sueño porque "Los sueños se terminan" ¡JA! Obvio que terminan. Ya había terminado, y ahora era Gh╖rÖ de nuevo, en lugar de esa tal April.
Estos humanos vivían básicamente en la tierra, pero era raro porque la tierra daba un giro cada... ¿24 horas? La sola noción de esas horas le parecía extraño. Dentro del sueño tenia que dormir todas las noches, igual que en la realidad, pero las noches eran un ratito. Durmió unas siete horas, y en el sueño murió con 56 años de edad, pero empezó cuando la hija tenia unos 4 años de edad. Así que calculaba que tres años en el sueño duraban un hora*.
Bueno, esa era el sueño de una sola de las tres cabezas. Las otras dos habían tenido una el sueño de ser la hija, y la otra de ser el marido. Era mejor despertar a las otras dos cabezas de una vez. Después de todo solo era otro sueño.
Leo y Susana murieron en un accidente de tránsito camino a la funeraria... Y ahí el mundo en que vivimos dejo de existir, porque Gh╖rÖ despertó del todo.
*La idea no es que la mente de Gh╖rÖ se mueve mas rápido en sueños, sino que su especie tiene una vida de cientos de miles de nuestros años, en un planeta donde los días duran 72 de nuestros años.
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