Entré bamboleandome. Ignoré las miradas de la gente y me senté en una mesa del fondo. El humo de tabaco y la penumbra no fueron tan útiles como el cinismo ajeno. Una mesera se aproximó y sin mirarla siquiera le tendí el billete y pedí un café una copa. El café para reanimarme, la copa porque precisaba un trago. La niebla del recuerdo no era lo que buscaba ahora que mi conciencia despertaba del letargo. Si había olvidado, seguro que tenía mis motivos. Yo no hacía nada que no fuera premeditado. ¿O sí? No, no podía ser. Seguro que olvidé por algo. La camarera dejó el café y el trago uno junto al otro. Después de tomar el café me arrepentí. Ya se que no actúa tan rápido, el café hace pico en sangre a la hora, más o menos. Pero digamos que fue el efecto condicionado por el mero aroma del café, pero me desperté ligeramente... Y eso fue suficiente: Sentí curiosidad.
Quería saber. ¡Necesitaba saber! ¿Qué fue lo que olvidé? ¿Por qué me resigné de esa manera a perderlo de los antros de mi cerebro? No, ahora debía saber qué. Qué y porqué. Ya nada sería suficiente, ya mi vida no tendría sentido No, peor aún, mi pasado había dejado de existir, y mi futuro se vería consumido por el mismo. ¿Cómo pude ser tan tonto? ¿Acaso no pensé que sentiría la curiosidad suficiente como para que en lugar de borrar mi memoria, una bala hubiera sido menos cruel? A menos que lo hiciera a propósito, porque sabría que no descansaría hasta recuperar mis recuerdos. ¡Sí, tal vez ahora DEBÍA recobrar mi memoria!
Tomé el vaso de un sorbo y fui hasta la barra. Ahí, y solo ahí, noté que la gente me miraba demasiado, aún para un andrajoso despojo humano con fajos de billetes que despilfarrar. La nota final fue el grito que propinó mesera al darse la vuelta y verme la cara. Corrí al baño y me miré en el espejo.
Cuando terminé de llorar me incorporé y miré mi desfigurado rostro una vez más.
Tonto de mi, pensar que la decisión de borrar mi memoria fuese mía. Mi ropa ya no estaba ajada, ahora estaba chamuscada. Y de las flamas del infierno renací para vivir un día más.
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