—Muy bien profesor, ¿qué es lo tan importante que quería mostrarnos?
—Me alegra que pregunte señor decano. Primero que nada, buenas tardes a todos los presentes, por haber acudido tan rápidamente a esta demostración sin previo aviso. Espero sepan disculparme, pero prefiero hacer una presentación con ustedes, mis colegas en investigación, antes de presentar mis descubrimientos en las esferas científicas y de la prensa especializada.
El profesor habla de frente a un publico de apenas media docena de científicos, cuyos rostros reflejan en parte desinterés en parte fastidio; y con más de tres docenas de investigadores de su equipo a sus espaldas, estos con un nerviosismo propio más de adolescentes que de profesionales, con décadas en el rubro.
—Como sabrán, mi equipo a estado trabajando día y noche para resolver el inconveniente de la materia oscura, la energía oscura y la constante cosmológica. Se que muchos han dicho que trabajamos en vano, que el modelo está bien así, pero yo mantuve mi postura escéptica sobre estas explicaciones. Y... Bueno, como dice el dicho, más vale una imagen que mil palabras, ¿no?
Con un gesto del profesor, todos los investigadores se mueven al unísono, dejando al descubierto el obvio motivo de su nerviosismo.
—Y ¿qué se supone que es... eso, profesor?
—Bueno, como ya todos saben, nuestro universo cuenta con diez dimensiones, seis de las cuales están enroscadas en...
—Sí, sí, profesor. Somos la cátedra de ciencias, obvio que sabemos de que habla. Ahora, ¿QUÉ ES ESO?
—Eh... Bueno, resulta que existe la posibilidad de... Eh, bueno, de elegír QUE dimensión sea la que esté... Eh, ¿qué hace?
—A ver, a ver, déjese de introducciones innecesarias, que no tengo todo el día. ¿Va a poner en marcha ese aparato estrambotico o nos retiramos sin más?
Los demás catedráticos ya se levantaban de sus respectivos asientos, al tiempo que el profesor se abalanza sobre la "maquina"
Y ahí todo perdió sentido. Al agregar una dimensión espacial extra, todo se comenzó a curvar entorno a la singularidad generada sobre la maquina. Y cuando digo todo, me refiero al espacio en sí. Los transeúntes que pasaban cerca de la universidad, pudieron ver en primera fila como el edificio se torneaba, como el suelo se comenzó a elevar por sobre el horizonte, y como el cielo se colaba por entre las calles, a un ritmo que solo aumentaba con el paso de las distancias. Los pasajeros del avión que pasaba sobre la singularidad no pudieron apreciar como el aire se torneaba en una espiral que se entretejía con las masas de árboles que giraban descontroladamente sobre su propia mutación fractal, porque el avión se movía a una velocidad vertiginosa a través de un vórtice que atravesaba el propio avión: las alas entrando por la cabina, y los pasajeros volando por el aire antes de comenzar a enroscarse sobre si mismos.
El profesor pudo ver como la segunda dimensión temporal de desenrolló torno suyo. Al poder ver el tiempo en perpendicular, todas las personas en la habitación comenzaron a ser todas sus edades a la vez. Pero la cosa se complicó cuando se extendió más allá de sus periodos de vida, viendo el profesor como las partículas del cuarto representaban todo lo que ha habido y habría alguna vez en ese exacto punto del universo. Como la tierra se mueve, pero no en perpendicular al tiempo, el profesor comenzó a derivar a lo largo del trayecto del tiempo normal. Corrió, y corrió a lo largo del tiempo, hasta llegar al interruptor de la "maquina" y apagarla "antes" de haberla prendido siquiera.
— ¿...o nos retiramos sin más?
—Eh, creo que es mejor que dejemos esta demostración para más adelante señores.
Y los investigadores respiraron tranquilos un par de kilómetros/hora más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario