Taquipsiquia 2

Anoche me dio uno de mis ataques de pensamiento en la «marcha por la diversidad» y me volví corriendo a prender la laptop, y pasé la siguiente hora y media escribiendo un hermoso texto sobre la transmisión de pensamiento, sobre como encausar el egoísmo para el bien de la humanidad, sobre el siguiente paso evolutivo en computadoras, y sobre como crear a dios a través de Internet.
Y luego lo borré sin querer ¬¬ Si bien ODIO reescribir algo, porque siento que pierde su esencia, que me había 'quedado mejor' y otras fulisterias, voy a hacer el intento en este caso por razones que quedaran más que claras.

Muchos pensadores que me han inspirado compartieron la idea de que el lenguaje entorpece el pensamiento. ¿Viste cuando no te acordas de una palabra, pero sabes EXACTAMENTE la idea que se supone que exprese? Incluso "¬¬" es una idea en sí, pero no tiene asociado un vocablo, una palabra, un sonido que lo represente, solo "¬¬" Pero uno sabe exactamente que quiere decir, quiere decir "¬¬" y nada más. Bueno, el pensamiento se da en abstracto, pero uno lo 'traduce' a lenguaje, para poderlo compartir con  otras mentes. Saratustra pasó su vida encerrado en su montaña, ejerciendo el pensamiento, pero eventualmente bajó para compartir sus ideas con la humanidad. ¿De que sirve una idea si está encerrada entre las cuatro paredes de mi mente?

Ahora, es cierto que se piensa más rápido en abstracto. Lo ideal sería pensar en abstracto y luego, con la idea ya terminada pasarla a lenguaje para poderla transmitir. Pero por costumbre todos pensamos ya en español, o ingles o lo que sea, aunque no halla nadie con quien hablar en ese momento, o incluso si es algo que no queremos que nadie sepa. Yo pasé de tres a cinco octavos de segundo pensando la idea del párrafo anterior, cosa de dos minutos pensando las palabras para expresarla, pero como diez dándole vueltas a la explicación para que se entendiera que carajo estaba diciendo ¬¬

Todo empezó un tiempo atrás, cuando iba de camino a la casa de un amigo (las mejores ideas se gestan caminando) Hay un código moral implícito que es el que sigue sin saberlo la gran mayoría de las personas. Se le llama egoísmo moral. Dice básicamente que ser egoísta es lo mejor para uno. Eso nadie lo va a negar. Pero yo le hallo la falla, entre otras, de que hay personas que no pueden valerse por si mismas, y que precisan de la ayuda de la sociedad. La idea era encausar sus motivaciones, para que cada quien, haciendo lo que más le conviene, termine ayudando al todo. O sea, buscar que es lo que quiere cada quien, y ofrecérselo de modo que haciéndolo ayude.

Por ejemplo, si vos robas por necesidad, yo te puedo dar un trabajo. Si vos robas por la emoción, te puedo dar un trabajo de riesgo, tan bien remunerado, pero no le haces danho a nadie sino que ayudas. Por eso era importante ver cuales eran las motivaciones de la gente. Los dividí en cinco grupos: estan los que quieren tanto poder como les sea posible adquirir, los que quieren poder por el poder en sí; están los que quieren admiradores que ensalcen su ego, quieren que todos se enamoren de ellos; estamos los que queremos dejar algo para la posteridad, hacer una obra que perdure tras nuestra muerte; estamos los que queremos hacer un bien a la humanidad, ya sea en forma de una fundación, cambiar la forma de pensar de una generación, o como sea; y están los que solo quieren disfrutar de la vida, y VIVIR SIN TRABAJAR.

Los primeros cuatro no me preocupan, porque terminan trabajando para la sociedad por definición, ya sea directa o indirectamente. Pero los últimos son los que creen que ganar US$2000 por servir café en el cenado es el mejor trabajo del mundo; son los que creen que vale más la pena vivir en una villa colgados de la luz, robando, traficando droga o prostituyendo a sus hijos, que tomarse el trabajo de trabajar, valga la redundancia. Ellos son los que hay que encontrarles algo que hacer, algo que puedan hacer sentados mirando la tele, que aporte a la humanidad, pero que no tengan que hacer nada más, y que se les page por ello.

Resulta que yo estaba en plaza Cagancha, mirando como innumerables hommo sapiens se dejaban llevar por la música, el baile, la muchedumbre, y no podía dejar de asombrarme del poder que tiene la masa. Estaba pensando en una manera de encausar esa energía que se desperdiciaba en el insondable cielo nocturno. Yo mismo he sido participe de esa euforia de no ser más uno, sino otra celda en un tapiz de personas. Pensé en soldados haciendo una juerga antes de salir a batallar, pensé en sectas, en actos políticos, pero tuve el afortunado error de confundir esa energía metafórica en energía eléctrica: pensé en baldosas que al bailarle encima generen electricidad.

Esto es muy ineficiente como generador de energía, solo serviría como un ahorro para el salón de baile, por ejemplo. Pero eso me hizo divagar, y terminé pensando en The Matrix, con todas las personas de la humanidad conectadas como generadores. Esto, además de impractico e inútil, pues no quedaría nadie para hacer uso de dicha energía, sigue siendo ineficiente, pues se gasta más en la maquinaria que los mantenga vivos de la electricidad que generan, y hay que darles de comer, cosa que genera... Me estoy yendo de tema. La cuestión es que me vino a la mente, tras varios pasos de razonamiento, y asociando todas la ideas anteriores, la idea de una computadora viva, a la cual estén conectados los cerebros humanos. La llamaré Gaia.

El SETI es un programa que tiene la NASA para buscar vida en el espacio. Consta de innumerables telescopios y radioscópios que sondean el cielo nocturno en busca de senhales de vida, los primeros mirando, tomando imágenes, los segundos escuchando, captando senhales de radio. Pero el problema es que se adquiere la información mucho más rápido de lo que se puede procesar. Es así que nació el SETI@home, que es un programa voluntario, donde uno descarga un programa de computadora que funciona como protector de pantalla. Llega data por Internet, y mientras la computadora no está siendo usada se activa este programita, que se dedica a procesar la data y reenviarla a SETI. El voluntario lo hace por la posibilidad de que en su propia computadora, en su propia casa, sea donde se descubra por primera vez senhales de vida inteligente fuera de nuestro planeta.

El mito de que solo se usa el 10% del cerebro es un error. Lo que sucede es que no se usa más de un 10% a la vez. Cada parte del cerebro sirve para una función determinada, y no se usan todas las partes a la vez. Por eso, si bien se usa el 100% del cerebro, no se usa más que un 10% en determinado momento. Cuando se hace un escaneo del cerebro se ve que partes se usan en determinada actividad y que partes están inactivas. La idea es usar el pensamiento subconsciente de las personas que están conectadas a Gaia, como una extensión igual a la del SETI@home. Cuando dormimos el cerebro sigue en actividad, malgastando energía. Incluso cuando miramos TV el cerebro podría estar procesando datos en paralelo.

La mente humana hace cálculos matemáticos increíblemente complejos para realizar tareas diarias como manipular un tenedor y un cuchillo. Esto es un avance impresionante para un robot. ¿Porque entonces una computadora es tan buena sacando cuentas pero nosotros nos trabamos al pasar de las cinco cifras? Bueno, esto es por la base misma de la matemática: el lenguaje. Aún siendo la matemática una ciencia increíblemente abstracta, gozando del privilegio de su propio lenguaje, en el que x=-2y³ expresa una idea per se, más allá de que se pueda expresar de manera más lenta en español, aún así uno tiene que leer la formula, traducirla al español, traducirla en su mente al abstracto, resolverla usando las formulas que le enseñaron, pero que se las enseñaron en español, así que tiene que traducir las formulas, etc, etc. El cerebro no entiende lo que es un ángulo de 45, aunque sabe perfectamente bien lo que es. Puede lanzar una pelota en un ángulo de 45, pero no puede calcular la pendiente de la recta, porque no lo entiende de otra manera que como se lo expresa en español.

Así que hasta la mente más insulsa del plancha más idiota, sería capaz de hacer cálculos algebraicos complejos, como la mejor supercomputadora, y sentado en su sillon, mirando la tele. Pero esto requiere de que la civilización se siga tecnificando. Hoy en día solo hace falta una persona para preparar la tierra, cultivar, regar, fumigar y hasta cosechar un plantio entero, que puede darle de comer a una ciudad tal vez. Si bien en la practica se usan varias personas, una que use cada maquina de cada etapa(o sea uno en la fumigadora, uno en la cosechadora, etc), y varias maquinas en paralelo (catorce cosechadoras caminando una junto a la otra) para acelerar el proceso, se podría hacer con una sola persona. Eso está a un solo paso de poner una inteligencia artificial a hacer el trabajo.

La sociedad ya se mueve para que el trabajo que tenga que realizar la gente tenga que ver cada vez menos con las necesidades básicas. O sea, ya no hay que dedicarse a criar cerdos, ya no hay que trabajar en una planta textil, ahora la gente vive de ser publicista, abogado o músico. Sí, ya se que hay mucha gente que vive de criar cerdos, que hay muchas plantas textiles que no usan robots, y que en Somalía no tienen ni para comer, pero yo digo que la civilización se mueve, eventualmente, hacia ese punto en que nadie trabaje.

Ahora el problema es el mismo que pasó en la revolución industrial, cuando se gastaron anos y años de esfuerzo, energía, pensamiento y técnica en mejorar el motor a vapor, para ser reemplazado por el de combustión interna. Se ha pasado décadas formando una sociedad tras la computadora de silicio en la que uno ingresa los datos a través de un teclado. Se imaginan lo que podría ser a esta altura la computadora viva? El tema es que yo tendría que estudiar el funcionamiento del cerebro en un laboratorio, estudiar el funcionamiento de una computadora en una biblioteca, y armar un prototipo funcional. Pero en lugar de eso me voy a confiar en que mi trabajo ya está hecho: como buen engranaje de esta monstruosa maquina, yo planté el germen de una idea, ahora que otros se encarguen de ponerla en practica, y que las ruedas sigan girando.

Hay que crear una computadora biológica, que piense, que se pueda comunicar con una mente humana, crear una interfase con el cerebro humano, nervios que transmitan pensamientos e ideas. Mente de enjambre, pensamiento compartido, sería un solo ser vivo toda la humanidad. Gaia, el espíritu de la tierra gozaría de una mente insondable. Sería además una manera de poder trasplantar una mente a una maquina y lograr la inmortalidad.
¿Vale la pena gastar una vida entera buscando la fuente de la juventud?