—Bien, empezá por contarme de donde sos bien.
—Bueno, es complicado.
— ¿Qué tan complicado puede ser?
—Mire, mis dos padres renunciaron a su nacionalidad y crecí en territorio de la Antártida considerado como "neutral" Técnicamente no tengo nacionalidad.
—Bueno, pero sos de la Antártida entonces. ¡Eso es genial por cierto!
—No nací ahí...
—A ver, sorprendeme.
—Fui concebida y nací en una estación espacial.
—No te puedo creer... Pero, ¿eso no te afectó de alguna manera...?
—Afectar no se si sea el termino correcto. Puede que "atentar contra mi existencia" sea un poco más preciso. Mis padres participaron en un programa especial de concepción en gravedad cero. Ya se había logrado un orangután en el espacio. Mi madre tenía que mantenerse en una especie de centrífuga para que mi feto se fortaleciera.
El mayor riesgo fue obviamente en el reingreso. Tenía seis semanas. Podrían haber esperado un par de años, pero mis padres no querían que yo creciera en gravedad cero (ya era un ser humano a ese punto) y prefirieron arriesgarse a que pasara lo que pasó, a que ya más tarde fuera peor y ya no pudiera vivir en la tierra porque mis huesos no pudieran soportar el peso de mi cuerpo, entre otros problemas.
— ¿Qué fue lo que pasó?
—Mi corazón falló, reventaron muchas arterias y vasos, y perdí un ojo incluso.
— ¡Dios mio!
—Dios no tuvo nada que ver con eso.
— ¿Odias a tus padres?
—Pero ¿por qué habría de odiarlos??
—Por concebirte en el espacio y hacerte pasar por eso solo por un experimento. Por jugar contigo como si de una rata de laboratorio se tratase.
—No, en absoluto. Les debo mi vida. Si ellos no hubieran querído participar en ese experimento yo no estaría aquí y ahora.
— ¿Pero no hubieras preferido que simplemente tuvieran una hija en tierra como una pareja normal? ¿No te parece que es un poco irresponsable de su parte jugar así con una vida humana aún no nacida? O sea, solo porque ellos sean tus padres no quiere decir que sean tus dueños. Tenes derechos como todos los demás, y tener hijos no es como ir al super y comprar una mascota. ¡Son seres humanos!
—Primero que nada, no veo que sea malo lo que hicieron. Después de todo, las experiencias de vida de cada uno nos moldean y son lo que nos hacen ser lo que somos. Sí, si mis padres me hubieran tenido en tierra sería más fuerte y no tendría estas prótesis mecatronicas, y si no hubiera crecido en una base científica probablemente no tendría TOC, agorafobia ni misofobia; pero también podríamos especular sobres si mis padres hubieran tenido sexo una semana después, con otro juego de espermatozoides, no sería yo, sería otra persona la que estaría viva, o tal vez no estuviera viva ya, y ni idea de si estaría aquí y ahora.
—Ok, sí, eso te hizo ser quien sos, pero me sigue pareciendo que es jugar con la vida de una persona y no respetar los derechos que-
—SEGUNDO No tenemos derechos por el simple hecho de ser seres humanos. Tenemos derechos porque nuestros padres nos los brindan, tenemos derechos porque la sociedad en que vivimos los incentiva a ellos, tenemos derechos porque se hizo una convención donde se decidieron cuales son los derechos inalienables de cada ser humano que nazca en la tierra. Yo tengo derechos porque mis abuelos les inculcaron a mis padres que tenían que respetarme, porque donde yo crecí no había policía, ni asistentes sociales, ni orfanatos. Y aún así me criaron como toda una señorita y hasta me dieron una hermana gemela para que me ayudara a desarrollarme y no me sintiera sola.
— ¿Tenes una hermana gemela? Medio que eso no se si lo decidieron tus padres, no se que tan agradecida deberías estar. ¡Yo estoy un poco más indignado por saber que hicieron pasar a dos criaturas por eso en lugar de a una sola!
—No, no, no has entendido. Mi madre es ingeniera en computación, y tiene un doctorado en inteligencia artificial, y mi padre es ingeniero en mecatrónica y tiene una maestría en robots antropomorfos. Mi propio padre trabajó en las prótesis que llevo. No puedo decir como tantos otros humanos que lo único que mi padre aportó fue su esperma. Pero para mi hermana mi madre aportó su mente y mi padre su cuerpo.
—O sea que... tu... hermana... es un... ¿robot?
—No, es un ciborg igual que yo. En mi caso soy principalmente humana; mi corazón, ojo izquierdo, mis piernas, mano derecha, brazo izquierdo y oídos son prótesis mecatrónicas. Mi hermana es principalmente androide, pero tiene papilas gustativas, piel, fosas nasales, un sistema respiratorio, digestivo y sanguíneo para mantener con vida es resto. Incluso consiguió una vulva a escondidas de mis padres, pero no le digas a nadie.
—Ok, eso fue realmente demasiada información... Creo que tengo que sentarme...
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