miércoles, 4 de enero de 2012

Indulten a un viejo

Hace rato largo que no golpeo un teclado con esas ganas de dejar mis palabras cinceladas el silicio. Curioso que el silicio sea sinónimo de "cibernetico" cuando en realidad es el material principal de las piedras, símbolo absoluto del atraso científico o la falta dello. Esta vez voy a hablar, extraño también que elija esa palabra, siendo que escribo en realidad, sobre algo totalmente irrelevante. Sí, ya se acabaron las busquedas del saber universal, del significado de la vida, de la cura a todos lo males del mundo y esas cosas. Ya los encontré y medio que haber ratificado lo que descarté cuando tenía quince, solo me hizo deprimirme en el momento, pero ahora fue como si me quitara el peso de encima. Ahora quiero vivir. Fín. Ya tengo mis años vividos. He trabajado como hilota, he sido un bacan hedonista, he tenído trabajos de escritorio, de carga y descarga, de cosechar y prosesar, he sido mi propio jefe y he vivido de rentas, he estudiado, he avandonado estudios, he aprendido de autodidacta y como aprendís, he visto creser una criatura con toda la fuerza que su vida le dejó, me he tenído que levantar a las cuatro de la mañana, me he tenido que desvelar para evitar su llanto, he ido corriendo a que un medico competente arregle algo que no merecía tanto alboroto, la he visto creser, floreser, tener desendencia propia, despecharme a mi y a todo lo que pasé por ella, desde las veces que la cargué en brasos para cruzar la calle, hasta las veces que la regañé para que aprendiera, he amado, he sido correspondido, he sido despechado, he despechado, he sufrido, he reído, he aprendido, y he visto la muerte de la persona que más quería en mi vida, mi guía y mi mentora, y tras ver caer como piezas de dominó las personas que me rodeaban, las fiestas ya no tienen el mismo gusto.
Ya estoy viejo, y como viejo veo el mundo con otros ojos que la mayoría de ustedes. Se que la vida es una sola como todos ustedes, se que es demasiado corta como todos ustedes, pero yo además lo siento. El diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo. Uno tiene que pasar por ciertas cosas para poder opinar al respecto. Y yo lo que tengo que opinar es que hay que tomarse el mundo un poco menos en serio. Yo no me enojo, ni hoy ni nunca, por nada. No hay gente mala, todos hacen algo por algo. Si es por sadico, bueno, tiene un problema mental, no es malo. Si roba porque es lo que sabe, sí, podría ser distinto y salir de ahí, pero no estamos hablando de esos, no?, estamos hablando de los que no hacen eso, los que no tienen la fuerza de voluntad, o no tienen la capacidad, o simplemente no saben que se puede hacer otra cosas que seguir con ese patrón de golpear a tus hijos, y a tu mujer, y salir a robar, o poner una boca de venta, o prostituirse, o quien sabe qué, solo para no tener que trabajar, solo para pasar todo el día achicharrando el cerebro en no hacer nada productivo, ni para vos, ni para tu familia, ni para tus amigos, ni para el mundo. Los que más odio son los que más quiero ayudar. Los que más quiero salvar.

I can always do better

   Como me gustaría tener internetz a voluntad... Podría haber plasmado todas las idioteces que vivo cocinando en mi marote en este tiempo. Sí, tengo un cuaderno que está a punto de reventar de disparates, pero no puedo compartirlos anonimamente con un mundo cínico pero honesto que me devuelve una respuesta cada muerte de estudioso clerical. Amo la honestidad brutal con la que ALGUNAS personas me responden. La mayoría solo son hipócritas. Lo raro? Me gusta la hipocresía también. Es simplemente otra manera de decir las cosas. Yo veo a través de las mentiras como un pez a través del cristal de la pecera. (No puedo ser el dueño mirando la pecera  porque ustedes me superan en número con creces, pero bueh)
   Cómo funciona? Bueno, vos me mentís, yo me doy cuenta más que claramente, busco cual es la verdad oculta, lo cual es bastante fácil, porque si me decís que no fuiste, es obviamente porque fuiste, para a continuación analizar la mentira, porque me dijiste que fuiste si no fuiste, que reacción esperabas de mí, si es bueno reaccionar así de todas maneras, para que creas que te quiero o alguna pelotudes de esas, y pido disculpas por escribir todo de corrido, solo separado con comas, pero me regalaron un libro de Saramago para mi cumpleaños y bueh, se me pegan los modus operandis de la gente.
   Extraño, porque después de ese, leí "la Invención de Morel" de Bioy Caseres y "El Psicoanalista" de John Katzenbach, y no se me pegó el estilo de ninguno, asúmo porque me gustó mucho más el estilo destacante, aunque un poco incomodo de descifrar, de escribir todo parrafo como una sola oracíon, solo separando con comas, que resalta de la lectura de "Ensayo Sobre la Cegera", cuando el estilo burdo que usa Caseres, aunque sea para darle cuerpo al personaje, la verdad me molestaba, mientras que... Bueh, que esto no era una critica literaria!
  Como decía, mentir puede acarrear más perjuicios que decir las cosas de frente, porque me veo obligado a colocar en el lugar de la verdad lo que yo logre sacar en limpio. A veces puedo agarrar para las chanchas moras, como decía mi aguela, pero en gral acierto, lo cual hace que no dude las pocas veces que esquivo el objetivo con mi lente mental. Dicho de manera más escueta: suelo leer bien a la gente, por lo que, cuando leo mal a alguien, me empecino con que no es el caso. Pero el problema es aún mayor, porque encima tengo esa tendencia enfermiza a buscar patrones y correlaciones donde no las hay, y a analizar absolutamente todo con lo que me cruzo, y para colmo de egocéntrico, no se si no seré esquizofrenico paranoico, porque con que dos personas no me contesten un sms, ya empiezo a mandarle a todo el mundo, y valgame dios si un tercero nomás no me contesta, porque ahí si que se armó la gorda!
   Irónico que queriéndome tanto, y creyéndome el salvador de la humanidad, se me presente de golpe la idea de que no puedo distinguir cuando alguien siente aprecio verdadero, y cuando alguien me está falseando, porque ahí es que me planteo si no me estarán diciendo que sí como a los locos TODOS, y de golpe en mi cabeza todo el mundo me odia. Para colmo de males, si bien estoy ya no conforme, sino contento con mi cuerpo y mi mente, pero al mismo tiempo no me siento digno. Es que para mí todos deberíamos ser mucho mejores. Veo demasiado potencial desperdiciado en esa masa informe que compone el fluido amniótico en el que navegan los destinos que me rodean.
   Para resumir: cuando te veo, solo pienso que no te merezco, que tengo mejorar inconmensurablemente, solo para poder llegarte a los pies.