viernes, 28 de enero de 2011

Una gran mente

Al pasar frente al callejón su pie izquierdo se posó sobre una sustancia excesivamente desagradable, forzándolo a apoyarse en la pared con una mano mientras frotaba su zapato con un papel.

—Le recomiendo que lo frote contra el piso señor Smith.

El vagabundo no dormía, pero estaba acostado en lo que era su cama: un montón de diarios, cartones, trapos y básicamente basura. El señor Smith comenzó a frotar el pie contra el piso siguiendo el consejo del linyera.

—Eh, gracias. ¿Cómo sabe mi nombre?

—Yo se lo dí señor Smith. ¿No lo recuerda?

—Yo se quien es usted. ¿No eres al que llaman Oráculo?

—See, hay quienes me lo dicen.

El vago se endereza y mete la mano en la pila de basura para sacar lo que parece ser una botella en una bolsa de plástico. Le ¨limpia¨ el pico con una manga más sucia que la botella y toma un trago.

—Muy bien. Le voy a contar una pequeña historia señor Smith. Como usted sabrá hay en realidad nueve tipos de inteligencia. Yo soy digamos un superdotado en cinco, y digamos que un genio en las otras cuatro. Estas cuatro son la musical, la lingüística, la naturalista y la interpersonal.

El señor Smith solo lo miraba apaciblemente mientras se levantaba de su... cama, y lo veía sacar una pelota que presumiblemente habría sido de tenis algún día, al tiempo que tomaba otro trago de la botella.

—Ahora, con la kinestética es que puedo hacer esto:
Hizo un par de malabares con la pelota, la hizo correr por la espalda, por la pierna y la pateó hacia arriba, haciéndola rebotar contra la pared, para caer en el techo del restaurante que formaba dos de las tres paredes del callejón. Ahí la vio correr por las tejas, comenzar a rebotar y mientras caía hacia su cabeza, cerró los ojos y la atrapo con una mano.

—Pero es gracias a la lógica-matemática que puedo hacer esto:
Ahora la lanzó en un arco por encima del sombrero del señor Smith, directamente hasta la columna que habia atras suyo,. La pelota golpeó la columna, rebotó hacia la pared, donde golpeó un ladrillo suelto, haciendola subir en ángulo casi recto, cayendo en un arco hasta el bolsillo que el linyera mantenía abierto.

—Pero no me dicen el oráculo porque pueda hacer malabares con pelotas de tenis mugrientas. No señor Smith. Yo soy un autentico superdotado en la inteligencia interpersonal, y en la inteligencia emocional. Hasta tal punto que casi puedo leer mentes.

— ¿Me está diciendo que puede leer mentes?

Ahora el hombre indigente estaba revisando la basura del restaurante buscando algo que comer. Encontró unos restos prolijamente envueltos en una bolsa, como puestos para él, y cenó algo que de hecho se veía apetitoso y todo, excepto que lo comía con las manos.

—No, pero le aseguro que se lo que esta pensando esa mujer que va caminando por el otro lado de la calle con sus bolsas de las compras, con tanta precisión que si usted fuera y le dijera quedaría paranoica durante semanas mínimo.
Sumado a eso, como soy una de las mentes más brillantes en matemática que halla visto la tierra, y como tengo ademas una memoria sobrehumana, he creado en mi mente una base de datos con las actitudes, personalidades y decisiones de todas las personas que han pasado frente a mi. En esta ciudad tengo calculado que son, hasta usted y esa mujer, un 87.765%

— ¿Y eso que quiere decir?

El señor Smith lo vio tomar lo que quedaba de la botella y arrojarla en... la basura. Luego se sentó de nuevo en lo que sería su cama, que coincidentemente era también... la basura.

—Al tener la información de las personas que ya he visto, puedo deducir con quienes se encuentran. Y sabiendo que piensan ambos, puedo saber que influencia causa cada uno en el otro. Extrapolando, puedo saber que es lo que toda la ciudad está haciendo en este momento, puedo saber quien se acuesta con quien, quien odia a quien, quien se está por suicidar en este momento. Y lo más bonito es que usando mis habilidades en matemática, y muchos métodos que yo mismo inventé, puedo predecir con exactitud el comportamiento de la ciudad.

—Así que no solo lee mentes, sino que predice el futuro.

—Solo de esta ciudad, y con un obvio margen de error de un 0.076584%, pero sí, a efectos prácticos se podría decir que puedo predecir el futuro.

El vagabundo levantó el cartón corrugado que le servía de manta y se acostó de nuevo, mirando al hombre con su traje, maletín, sombrero y corbata, que lo miraba atentamente.

—Si es la mente más brillante de nuestra era, y es capaz de predecir el futuro, leer mentes y quien sabe que más, ¿por qué motivo vive en la calle en lugar de conseguirse una mansión?

El hombre desestimó las palabras del señor Smith con un movimiento de muñeca y se giró dispuesto a dormir.

— ¿Le gusta vivir en la calle?

—El problema es que soy esquizofrenico. ¿Por qué otro motivo habría un hombre como usted de hablarle a un hombre como yo?

El el señor Smith se desvaneció en el aire instantáneamente, dejando solo un sombrero y un maletín cayendo, que al tocar el suelo desaparecieron también en una voluta de polvo.

Y la mente más grande de nuestra era se durmió diciendo

—Al menos me hacen compañía...

martes, 25 de enero de 2011

Human harvest

Corta sus cuerdas vocales. Además de ahorrar en aislante sonoro no pueden evitar que los alimentes. Recuerda que si los entierras no tienen espacio para engordar. Lo mejor es enterrar un tanque y meterlos dentro dejando solo la cabeza fuera, cortar en pleno esófago y clavar un embudo.
Obvio que tienen que curar las heridas antes de que puedan ser plantados en tu patio. Los quieres saludables, no infectos. Lo más fácil en este caso es cauterizar la herida luego de cortar sus gargantas con un hierro al rojo blanco.

¿No es suficientemente privado tu patio? ¿No puedes enterrarlos? Bueno, puedes solo cortar sus brazos y piernas, pero pierdes mucha carne. Y al atarlos siempre existe el riesgo de que se escapen/suiciden.
Una manera muy simple de someterlos en lugar de enterrarlos es aprisionar sus manos y piernas en bloques de cemento. Si pueden ser las cuatro extremidades en el mismo bloque mejor. Pero no el miembro completo, por el mismo motivo que no quieres enterrarlos directo en la tierra.

Ah, y casi me olvido: El estrés pone dura la carne, así que luego te doy una lección rápida de como practicar lobotomías con un pica hielos, o un destornillador phillips en su defecto.

martes, 18 de enero de 2011

Quoting me

Estoy de un humor particular, y yo escribo dependiendo de mi humor. Así que hoy compile un montón de frases. La idea es que te hagan pensar, algunas que te levanten el animo, otras que aprecies lo que tienes y otras que intentes obtener lo que no. Yo solo les digo que no acepten ciegamente la sabiduría de los demás, ni desprecien la suya propia.


«Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.»
Albert Einstein.
A veces las verdades más grandes son las que se nos escapan por ser tan obvias.
Salir a correr es bueno para el corazón. Pensar es bueno para el cerebro.
Así como no puedes borrar tu memoria, no puedes borrar la de los demás. Piensa antes de hablar.
Hay que cuestionar todo lo que se sabe. Sobre todo si hace mucho que uno lo sabe.

«Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida»
Woody Alen.
El futuro es incierto. ¡Defínelo a tu antojo!
La utopía es creada por la falta de esperanza. ¡Sino solo habría proyectos!
¿Por qué cuando alguien dice algo lindo o motivacional la mayoría de la gente lo toma por boludo?


«Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.»
Jean Paul Satre.
Las cosas son como son, no como queremos que sean.
Lo que queremos y lo que precisamos no suele ser lo mismo.
La vida es una cuestión de equilibrio. Entre las obligaciones y las distracciones; entre ayudar a los demás y ayudarse a uno mismo; entre planear y actuar.
El día se encuentre la fórmula para la felicidad, la matemática va a dejar de ser una ciencia exacta.


«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino.»
Sigmund Freud.
El amor y su falta de reciprocidad...
¿Amar a prueba y error?
¿Se puede definir la belleza o está en el ojo del observador?
La demencia no es más que talento sin un interprete.
Hay muchos ahí fuera que se hacen los locos porque es genial o porque los excusa de algo.
Los verdaderos locos son los que saben en carne propia porque merecen ser excusados: Porque es una mierda.

«La muerte sólo será triste para los que no han pensado en ella.»
Fénelon.
Todos vamos a morir algún día. Sí, tú también.
Ese día puede ser hoy y no lo sabrías hasta el mismo momento.
Trata de pensar lo que sentirías en ese momento antes de morir.
Es inútil hacer planes.
¿Valdrá la pena pasar toda la vida buscando la fuente de la eterna juventud?


«El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.»
Confucio.
¿Qué edad tienes? Aha... ¿Y qué lograste en ese tiempo?
Por ahora tenemos un solo planeta. Estamos trabajando en conseguir otros, porque ya vimos que no están cuidando este.
Todo eso que viste en televicion o internet que te hizo sentir mal sigue pasando en este preciso instante. ¿Pensaste que mientras no pienses en eso no está pasando?
El mundo esta podrido, es cierto. ¿Qué estas haciendo al respecto?


«Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.»
Gabriel García Márquez.
Los humanos han extinto muchas especies, pero también los asteroides, glaciaciones y supervolcanes. La vida los va a sobrevivir.
¿Por qué dicen que estadísticamente hablando la vida es común en el universo, si solo se ha detectado un planeta con vida y es la tierra?
Parrafraseando a Pascale: actúa como si dios existiera, pues no se puede probar que NO existe. Si existe sales ganando, si no existe no pierdes nada.
Ustedes solo son producto de mi imaginación. Prueben que me equivoco.


«Hay que vivir como se piensa, si no se acaba por pensar como se ha vivido.»
Paul Charles Bourget.
Te está pasando algo: se llama vivir.
Trata de disfrutar de hobbys que puedas seguir haciendo con más de sesenta años y en soledad. Solo por si las dudas...
Hay tantas cosas que no cuestan un peso y la gente no las valora.
Leer un libro, tomar un café, dormir, comer algo rico, dar un paseo. Cosas que no le hacen mal a nadie y son lindas/relajantes/estimulantes.


Gestalt, el todo es más que la suma de las partes.

domingo, 16 de enero de 2011

Ornitofobia

No savia si era una paloma lo miraba a través de la ventana cerrada. La oscuridad de la noche sin luna no permitía distinguir bien las cosas, menos aquella silueta borrosa, que parecía que iba a despegar hacia el, en cualquier momento, tirándolo, imponente, del sillón en el que se encontraba sentado, tomándose un vermouth reflexivamente aquella noche.

La leve iluminación de los edificios circundantes, que aparentemente lejanos se alzaban, no hacia sino incrementar el lúgubre aspecto de aquel inofensivo y pequeño animal, que lo amenazaba pasivamente, en esa ventana del octavo piso del complejo de apartamentos. Jamás se le paso por la cabeza prender la luz, quitando lo impresionante y amenazador de aquella figura, pero también apagando la calma, matando la tradición que hacia ya tantos viernes había creado, sin siquiera pensarlo, tantos que no recordaba cuantos, ni en otra escala podía acaso medir el tiempo transcurrido desde el primero.

Tomo otro sorbo. Comenzó a dejar volar su imaginación, mientras prendía un cigarrillo, ayudada, obviamente, por el alcohol en su sangre, la nicotina en sus pulmones, el cansancio en su cabeza y el dolor de la soledad en su corazón. Empezó a ver un enorme buitre, del tamaño de un 747, que de un solo golpe, levantaba todos los pisos superiores al suyo, dejándolo sin techo, al descubierto, para atacarlo. Volvió en si.

Tomo otro sorbo, luego de otra pitada. Comenzó luego a ver un asesino oculto en las sombras, que no hacia sino apremiarlo, esperando que se descuidara. Ya podía ver como el astuto comando, esperaba a que se durmiera, se deshacía del disfraz de paloma, para entrar sin ser siquiera percibido en lo mas mínimo, liquidarlo en el acto, con alguna inyección letal, imperceptible a pruebas posteriores y escabullirse en la penumbra con una misión exitosa mas.

Otro vaso servido, otro cigarrillo prendido después, se erguía frente a él, un dragón que exhalaba lentamente, pacientemente, observándolo, creando una cortina de humo para cegarlo y asegurar la caza, pero sin darse cuenta que el humo que invadía la habitación, provenía de su cigarrillo. Estaba considerando seriamente cerrar la cortina y continuar con su ritual de los jueves de noche, en la total penumbra, en lugar del acostumbrado resplandor de los edificios aledaños, el brillo de las estrellas y la ocasional luz de luna que iluminaba con un resplandor opaco la sala de estar/comedor de su apartamento de soltero. Dejo el vaso en la mesa a su derecha, y el cigarro en el cenicero de la misma. Fue al baño a liberar el contenido de su vejiga.

Todas las alucinaciones posibles que se le pueden ocurrir a uno, estando solo, ligeramente ebrio, observando la silueta de una paloma, que se posa inocentemente, a dormir, en el alfeizar de la ventana de su hogar, interrumpiendo una tradición de paz y calma, se ocurrieron a lo largo de dos horas y media. Luego de las cuales, había visto: Vampiros; Duendes; Extraterrestres; Demonios; Robots espías; Cuervos asesinos modificados genéticamente; Explosivos de algún terrorista que esperaba la mañana para volar el edificio; En fin, de todo.

Aclaro sus pensamientos. Solo era una paloma. Decidió por fin hacer uso de la lógica y abrir la lumbrera para ahuyentar el animal, que parecía estarle molestando tanto, sin ningún motivo. ¿Por qué le molestaba siquiera? No hacia nada el pobre. Pero se decidió, se irguió de su asiento, tratando de ir en línea recta, se dirigió a la ventana. La abrió causando que la infeliz paloma se despertara y se transformara en un cúmulo de plumas que revoloteaba sin cesar, alejándose del edificio que le había servido de refugio aquella noche sin luna. Acto seguido, se dirigió de nuevo hacia su trono nocturno. Le pareció relajante la brisa ligera que entraba por la abertura, por lo que decidió dejarla. El reloj de pared marcaba ya las dos menos cinco.

Decir que su vida cotidiana era acelerada era quedarse corto. Vivía corriendo de acá hacia allá, apremiado por su agobiante trabajo, sus estudios aun sin finalizar, acrecentado por su cada ves menor vida social, que en lugar de ser una liberación, representaba otro cansancio mas. Por eso prefería relajarse, descansar y disfrutar de una noche de paz, en la que el carcelero que lo miraba desde su muñeca, lo dejaba en paz por unos instantes, y por unos instantes se sentía libre. Su reloj de pulsera lo miraba desde la mesa, con la cara redonda y esos bigotes fluorescentes, que marcaban el fin de otro minuto y otra hora.

Al cuarto de baño de nuevo. Se sentó una vez mas en el sillón reclinable, su trono, donde podía… ¿Que había en la ventana? No podía ser. Se levanto para ver más de cerca. Parecía ser… ¡Imposible! ¡La maldita paloma estaba ahí otra vez, pero esta vez quería entrar por la ventana abierta! Agarro con firmeza la botella, vacía ya, y se irguió. Avanzo tan lento que no lo creía posible, viéndola con los ojos nublados. Se acercaba cada vez más. Más cerca, mas cerca, más, ya casi… y justo cuando levanto, lentamente la botella/garrote, en el preciso momento en el que se disponía a dar el golpe ejecutor, justo en ese preciso momento, cambia de opinión el ave y decide que quiere salir de ahí. Da media vuelta y sale caminando por el marco de la ventana. Pero no se iba a quedar así ese ultraje, no señor.

Se agacho cautelosamente, hasta el borde de la ruta de escape del fugitivo pajarraco, sujetando con fuerza su arma. Asomo la cabeza. Ahí estaba, como burlándose, mas a la derecha, en la cornisa que recorría el costado del edificio. Al ver que no la alcanzaría, se inclino para buscar el objeto de su deseo.

Considerar que había perdido el equilibrio por culpa del alcohol y el viento era sencillo, más con la botella de vermouth como testigo; pensar en la posibilidad del suicidio de un pobre atormentado, que viene a caer de espaldas en el techo de un auto, lo era aun más; pero nada de esto explicaba los arañasos que desfiguraban su rostro y pecho, ni donde estaba su mano derecha.

sábado, 15 de enero de 2011

Láikmi

Láikmi era una pequeña muñeca de trapo en un mundo de muñecos. Pero Láikmi estaba sola. Caminaba por las calles entre espantapájaros y marionetas, pero no tenia ningún amigo. El problema de Láikmi era que quería tener amigos. Buscaba amigos. Así que intentaba caerles bien.

Uno solo tiene una oportunidad de una primera impresion. Y en un mundo con tantos muñecos, solo había tiempo de una primera impresión... Intentó ser alegre con un muñeco que vio sonriendo. Pero resulto que tenia la sonrisa pintada en la cara, y en realidad era huraño y malhumorado... Láikmi no era alegre, era melancólica. Si hubiera sido ella misma tal vez le hubiera caído bien. Pero el problema es que lo que a uno le disgusta, tal vez a otro le agrade, y Láikmi quería caerle bien a todo el mundo. En realidad quería caerle bien a quien fuera, pero lo que hacia para caerle bien a un muñeco de acción le disgustaba a una marioneta de calcetín, y lo que hubiera hecho que le cayera bien a una marioneta de hilo, le desagradaba al espantapájaros con quien lo probaba.

Así que Láikmi intentaba ser de una manera que le cayera mas o menos bien parejo a todo el mundo, algo que no disgustara por lo menos. Pero alguien que solo no molesta no llama la atención como para una segunda impresión, y se queda en una semi-buena primer impresión que tuvo el mismo efecto que una mala...
Láikmi tenia muchas cosas buenas, y había mucha gente que se hubiera enamorado de la tierna muñequita de trapo, pero nadie se molestaba en conocerla. ¿Por qué a esa muñeca en especial, cuando hay tantas muñecas de plástico o de porcelana?

Y Láikmi seguía sola, bagando por las calles, tratando de no molestar. Hasta que se dió cuenta de que tratando de no molestar no tenia amigos, ¿por qué no intentar con molestar? Más de seguir sin amigos... No tenia nada que perder. Así que Láikmi se subió a la estatua del centro de la plaza y recito un poema a viva vos. Un poema que ella misma había escrito, un poema sobre la soledad, sobre la tristeza, sobre el alienamiento, y un poema sobre la amistad. Cuando terminó se dio cuenta de que muchos muñecos no la habían escuchado. Varios otros sonrieron, sintiendose identificados, pero solo se alejaron: eran solitarios y lo seguirían siendo, poema o no. Otros se entristecieron, se enternecieron, se apiadaron y a vos de "pobre muñequita", pero solo le arrojaron un par de monedas a los pies de la estatua. Pero a la estatua esto no le gustó. Y con la muñeca aun en hombros se irguió en toda su estatura y les dijo a todos:

"¿Acaso se creen mejor que ella? Ella es menos que ustedes para que la ignoren? No es suficiente para ser su amiga y se alejan? Le sienten lastima porque no tiene amigos en lugar de ser sus amigos? Deberían sentirse avergonzados, porque no se merecen que esta muñequita sea su amiga. Todos ustedes creen tener amigos, por eso no los buscan, pero se equivocan. Ella es la única que se merece un amigo, y solo los tiene a ustedes para recurrir. Eso es lo único por lo que podría darme lastima."

La multitud se disperso avergonzada, no sabiendo como más reaccionar ante la enorme y malhumorada estatua de bronce. Y Láikmi temblaba temerosa en el alto hombro de la misma, mitad miedo por la altura, mitad vergüenza por haberse subido encima de la estatua sin permiso. Láikmi le pidió disculpas, y la estatua le preguntó si le gustaría ser amigas. Ella también estaba sola, porque no podía salir de su pedestal. Y desde entonces Láikmi va a diario a la plaza a recitar poemas frente a la estatua.

martes, 11 de enero de 2011

¿Eres normal?

Normal: [Adj] del latín normalis
Conforme a lo que es común, usual o natural./Que es promedio./Que se usa para establecer una norma./Que esta sano./Que es natural.
Antónimos: anormal, inusual, antinatural.


Normal, que define la norma, que se rige por la norma. WTF? ¿La cordura se elige por mayoría? Soy a-normal y orgulloso. ¿Tú lo eres? A continuación les presento un test para averiguar si son anormales o no. Soy un erudito en el tema... Trust me.


1) ¿El mundo te parece una bosta?

a) No.
b) Si.
c) Metafóricamente hablando, espero...
d) Me gusta la bosta :)


2) ¿Te parece que eres distinto/a?

a) No.
b) Si.
c) ¿Referente a qué, específicamente?
d) Budín de banana.

3) ¿Te parece "bueno" salirse de la norma?

a) No.
b) Si.
c) Depende que sea la norma.
d) ¡Te juro que yo no fui!

4) ¿Tus amistades te consideran peculiar? (U otro adjetivo similar)

a) No.
b) Si.
c) Me dicen que soy raro/a bastante seguido, ¿cuenta?
d) ¡¡Wiiiiii!!

5) ¿Tenes mucho amigos "raros" como vos?

a) No.
b) Si.
c) Para, ¿ya me estas diciendo raro/a de una? ¿No tengo que esperar a ver el resultado del test?
d) *babea el teclado*

Mayoría de:

a) No, no eres anormal. Lo lograste, eres uno/a más de las masas.
b) O sos extremadamente positivista y no podes negarte a un si, o sos un wannabe (Que QUERES ser. Y eso es norma últimamente)
c) No, no preciso ver el resultado porque yo estoy escribiendo el test.
d) ¿Cómo conseguiste acceso a una computadora? ¡Guardias! ¡Acá está!


Raro: [Adj] del latín rarus, con el mismo significado.
Que no es corriente, que es diferente a lo común en su clase./Que no abunda./Se dice de la persona con una conducta extraña o poco común./Que es de lo mejor en su clase y, por lo mismo, poco abundante, aunque no es único.

Sinónimos: escaso, infrecuente, estrafalario, estrambótico, excéntrico, extravagante, estupendo, insigne, soberbio, sobresaliente, desacostumbrado, extraño, extraordinario, inusitado

lunes, 10 de enero de 2011

Necesidad, Madre de la invención

—Hemos malgastado los últimos diecisiete años de nuestras vidas y casi todo lo que quedaba de la fortuna del abuelo corriendo tras el sueño imposible de Padre.
—Tú solo preocupate de hacer tu parte.
— ¡El cuerpo no puede funcionar sin una mente! Sabes perfectamente bien que tengo que construir el cuerpo al rededor de como la mente va a controlarlo.
—Tú has el cuerpo y yo tendré la mente lista. El sueño de Padre también solía ser el nuestro, ¿o lo has olvidado Daniel?
—Yo quiero revivir a Madre tanto como Padre quería, pero esto esta yendo demasiado lejos Daniel.
— ¿Demasiado lejos? ¡¿Demasiado lejos?! ¿Es al éxito a lo que le tienes miedo? ¡Justo ahora que estamos por conseguirlo me das la espalda como un vil Cain!
—Jonathan, no se si me gusta lo que estamos haciendo. ¿Estamos jugando a ser dioses acaso?
—Daniel, aún si se ve, piensa y hasta siente como Madre...
— ¿Qué? ¡Dilo!
—No podemos traerla de regreso. Entiendo que te sientas culpable por-
— ¡NO! Jamas... Jamas menciones de nuevo...
—Lo siento hermano, pero sabes que es verdad.
— ¡TÚ ASEGURATE DE TENER LA MALDITA MENTE PRONTA! ¡Por la memoria de Padre que tendré el cuerpo a tiempo!
...Nunca debimos firmar ese contrato con el gobierno.
— ¿Y desperdiciar todo lo que habíamos logrado hasta el momento, tan cerca de conseguirlo, por algo tan burdo como falta de fondos?
— ¡Siempre estamos a punto de lograrlo demonios! Siempre estamos al borde del éxito... Siempre dices lo mismo...
— ¡Pero esta vez es verdad! ¿Acaso no lo sientes? Por fin Madre...
—Jonathan, me das lastima...
—Tú has tu maldito trabajo y asegurate de tener listo el cuerpo para cuando tengamos que tomar ese tren el sábado. Y recuerda que no podemos tomar el siguiente porque perderíamos el vapor. Tal ves deberíamos tomar el de las seis en lugar de el de las diez.
—Pero mira lo que dices Jonathan. Estás construyendo castillos en las nubes. ¿Acaso no entiendes que lo único que me falta para completar el cuerpo es de que manera se va a conectar a la mente? No podemos solo sacar un cable y conectarlo a la mente.
— ¿Y por qué no?
— ¿Qué?
— ¡Sí! ¡Piénsalo! El motor a vapor hace funcionar los engranajes que mueven las extremidades de la araña mecánica, ¿no? Y controlando las manivelas de aquí, aquí y aquí es que puede cambiar las velocidades y la dirección, ¿no? Y con las mismas manivelas es que la haría detenerse.
—Sí, ya lo se, yo diseñe el cuerpo por dios. ¿Cual es tu punto?
— ¿Por qué no solo sacar un cable desde... aquí hasta... aquí?
— ¿Y como se supone que la mente jale del cable?
—Eso déjamelo a mi. Ten todo preparado para el sábado.
—Jonathan...
— ¿Sí hermano?
— ¿Cómo construiste la mente de la araña tan rápido? El cuerpo es fácil. Después de hacer el cuerpo de Madre hacer el de la araña solo es aplicar los conocimientos. Pero aun con lo que simplificamos el diseño de la araña para no revelarle todo al gobierno, la mente es demasiado compleja para que pudieras hacer una en apenas seis meses... ¿Por qué les dijiste un plazo tan corto?
—Por un lado nunca se sabe cuando va a acabar la guerra y quería asegurarme de conseguir ese contrato. No es como si nos llovieran contratos, lo sabes...
— ¿Y por otro lado?
—Bueno, era imposible hacer una segunda mente, aun una sencilla como la de la araña en menos de un par de años. Y esperar dos años solo para mostrarles el prototipo me parecía-
—Un momento. Yo recuerdo claramente haberte propuesto usar un piloto y solo ponerle palancas al diseño. Eliminar la mente de la ecuación. Simplificaba todo, no les dábamos la información mas valiosa y podíamos hacerlo en el plazo.
—Yo quería presentarles algo que nunca hubieran visto. El arma perfecta, el soldado perfecto. Todo en uno. Lo que tu dices solo seria darles una montura que nada tiene que envidiarle a un buen caballo. Y se por la misma fuente que me consiguió el contrato, que el gobierno esta construyendo unos carros blindados que harán tanto a los caballos como a los mosquetes obsoletos. ¡Yo quería presentarles un invento así!
—Pero yo pensé que no se podía hacer una mente en tan corto tiempo...
—No se puede. Pero era todo el tiempo que necesitaba para terminar la que ya tenia y ajustarla.
— ¡¡Que le has hecho a la mente de Madre??
— ¡No es nuestra madre! ¡Aceptalo de una maldita vez! Ese montón de hojalata no es nuestra madre. Nuestra madre murió en el incendio que TÚ provocaste-
— ¡Aaaaaah!
— ¡Suéltame Daniel! ¡Suéltame!
— ¡¡TE MATARE MALDITO!!

Un golpe seco, un ruido sordo y una de las mentes más brillantes del siglo XIX muere. Un soplo de culpa, un salto al vacío y el primer robot pensante de la historia nunca vería la luz.

domingo, 9 de enero de 2011

Saturando una mente

Me he arrancado los ojos con mis propias uñas. Cerrarlos solo quería decir ver las pesadillas en el interior de mis parpados, tatuadas eternamente en mi subconsciente. El horror era tan grande que el dolor llego casi como un alivio y al fin pude dormir. No tranquilo, eso nunca. Pero dormir al fin. Pero por más que no tengas ojos despierto, las imágenes te llegan dormido. Y ahora al despertar con un grito ahogado, con el rostro cubierto de mi propia sangre y mis piernas de mi propia orina, y con el corazón arañando por escapar de mi pecho a través de mi boca, ahora estaba ciego. 

La locura se apodera de tu mente en ciertas circunstancias. Todo comenzó cuando mi tripulación se amotino y me envió en un bote salvavidas, con un arma, un compás y comida para un día. Me abandonaron en la periferia de este refugio natural que encontráramos ese mismo día. El lugar fue la causa del motín.
Mis intenciones eran atracar para explorar y tal ves buscar provisiones, viendo las condiciones optimas del lugar, pero la tripulación se encontraba susceptible por demás y se negaron al punto de revelarse cuando insistí. 

Siempre fui un buen capitán y me tenían en alta estima. Asumo fue por eso que me ofrecieron encerrarme en mi camarote. Fui yo quien les pidió que me enviaran a este lugar de pesadilla. No creo que haya jamas decisión de la que me logre arrepentir más. Aún si logro salir de este aislado rincón de espantos. Ni se les había ocurrido la opción, siendo para ellos peor que matarme el enviarme a aquí. Nunca sabre porque, pero lo mismo que los asustaba a ellos, eso mismo que les gritaba directo en la mente que huyeran, era lo que me pedía a mi venir...

Insistí tanto como ellos insistieron que no. Hasta me ofrecieron el mando de la nave si solo huíamos y no había represarías. Pero ya a ese punto solo quería bajar a ese planeta. Y a medida que el bote salvavidas descendía, las imágenes fueron pasando frente a mis ojos. No me entere hasta arrancármelos de cuajo que no eran mis ojos los que veían.

Hice contacto con el planeta en una especie de desierto gris. Un yermo desabrido, lleno de sonidos he imágenes. Era como estar sumergido en un caldo hecho por los sueños de mil almas en pena. Casi podía nadar en esas ondas que me rodeaban, que entraban y salían de mi ser, haciendo remolinos en torno mio, hasta que no lo pude soportar y en medio de convulsiones caí inconsciente. Pero fue peor en sueños y rápidamente desperté en plena pesadilla, de la manera que sabría costumbre apenas unos días después.


En el interior del bote salvavidas estaba a resguardo de las voces que hablaba un lenguaje alienijena y de las visiones de mundos oníricos que no existirán jamas. Pero las paredes del bote solo atenuaban el efecto. Me di cuenta en este punto, después de entrar arrastrándome al interior del bote, de que era eso lo que habíamos sentido todos. Solo que yo sentí una especie de curiosidad, mientras que los demás sintieron pavor. Sí hubieran sabido lo que esperaba en superficie de ese planeta aparentemente azul, solo hubieran huido más a prisa...

Finalmente, semi acostumbrado, me aventure al exterior de nuevo. Eventualmente logre encontrar alimento. El cadáver de una criatura enorme y peluda, con la cola y las cuatro garras peladas. Unas criaturas voladoras se alimentaban velozmente. No tenían boca, sino una especie de trompa que segregaba un fluido que derretía lentamente la carne, y luego la succionaban de nuevo por la trompa misma. Tenían un par de enormes ojos compuestos y seis patas.

A estas alturas no estaba seguro de si las criaturas eran reales o otra alucinación más, pero ya no importaba. Podía comer la carne de la criatura sin problemas. No moriría aun. Tal ves eso me pareciera bueno en el momento a través de la nebulosa de sueños que danzaban en mi cerebro. Pero a esta altura, tres de los días locales después, y unas dos de nuestras semanas, ciego y sordo por mano propia, he tomado la decisión de hacer esta grabación y terminar con esta agonía. 

Pido disculpas por lo entreverado que pueda haber quedado esta especie de narración, pero no soy ningún poeta, y estoy al borde mismo de la locura, si es que no pase la barrera al momento de tocar tierra en este planeta.

Nadie sabría nunca que esa lata blanca tirada en el techo de un estacionamiento, junto al cadáver de una rata, era el bote salvavidas de una nave, de una especie capaz de captar las ondas de radio de nuestros celulares y sistemas wi-fi.