lunes, 25 de junio de 2012

Resumen

Una cosa es aprender a disfrutarlo y otra muy distinta es aprender a convivir con ello. Hay un vacío. Vuelvo a estar encerrado en mi ataúd de carne y hueso. Algo lucha por salir, pero solo se estanca llevándose todo al fondo del lago. La misma banda sonora. Es más fácil decirlo que hacerlo. Lo que fácil viene fácil se va. Asco. Nostalgia. ¿Por qué? ¿Qué necesidad tengo? No one can see you try. I wish for nothing. Ya no más teorías, no más análisis, no más lecturas. Solo yo y un puente. Arañar. Uno no se queda a ver las letritas blancas subiendo por el fondo negro. Uno no lee su propio epitafio. Sobrecarga. Malentendidos. Soberbia. Inseguridad que se asienta. Abajo la lluvia. Harto estoy del gato arisco que es mi futuro. Incapaz. Decepción. Si no caminas nunca caerás, pero nunca irás a ningún lado. Lo momentos de tristeza son los mejores recuerdos que tengo de los últimos cinco años. Excepto una isla. Uno momento efímero. Hace mal aferrarse al pasado. No es bueno tratar de repetir, como Onetti y su vestido blanco. Hasta el recuerdo pierde su poder. Sueño. 

viernes, 22 de junio de 2012

De junco a grulla.

La belleza de las epifanías viene seguida por la realización de cuan idiota ha sido uno en no darse cuenta antes. Esa es la principal belleza de un momento de iluminación: la simpleza de la conclusión y como todo estuvo todo el tiempo frente a uno como un regalo colgando de una rama. Igual la sensación de tiempo perdido que conlleva no la quita nada más que el poner en practica algún tipo de maquinaria que aproveche esta nueva información, que de nueva no tiene nada en realidad; solo es una reorganización de elementos previamente existentes.
¿Qué voy a hacer yo con las mías entonces? Bueno, muchos se asombrarían de saber todos los planes que he puesto en marcha en estos últimos años. Mi problema parece ser una excesiva sutileza acarreada por una sobredosis de paciencia. Por eso mi última epifanía implica más accionar a corto plazo y no tanta planificación y pasividad en mi vida diaria. Ya no me sentaré a la orilla del mundo a esperar el momento preciso de florecer, sino que abriré mis alas y saldré a comerme esas alimañas que se interponen entre mi persona y las circunstancias que he estado esperando.  El momento correcto no se espera: se crea.
Y así, con el cetro en la mano, es que obligo a arrodillarse a mis pies a todos mis obstáculos habidos y por haber. El peligro de tener lo que uno siempre quizo es arrepentirse al darse cuenta de que en realidad no era lo que uno quería. Ya habrán oído mil veces el "Ten cuidado con lo que deseas, pues puede serte concedido" A lo que yo retruco: pues más le vale, así puedo pasar esa hoja y dedicarme al siguiente paso, o en su defecto a solucionar las nuevas complicaciones acarreadas por mi efímero éxito.
Dicho todo lo necesario aclaro una idea que ronda por el habitáculo de mis pensamientos: Que éxtasis momentáneo desprendo de estas letras. Y es por y ante ellas que juro, aquí y ahora, no volver a detenerme ante escalón alguno como si de una muralla infranqueable se tratase.

miércoles, 13 de junio de 2012

Ignorancia y respeto

Nadie nació con todos los conocimientos de la humanidad en su cerebro. Uno aprende las cosas, y todo lo que uno sabe a la fecha, en algún momento no lo supo. Así que no tiene sentido tomar el conocimiento o ignorancia de una persona para valorarla. Sobre todo se suele confundir conocimiento con inteligencia. Digamos que yo soy chino, que no sepa quién es Artigas sería bastante normal; ahora supongamos que soy un uruguayo, que no sepa quien es Artigas es como que no sepa el nombre del país. Para mi el problema no son los ignorantes, porque todos somos ignorantes, el problema son los ignorantes voluntarios, aquellos que no quieren aprender.
No hay que desmerecer a una persona porque no tenga el habito de la lectura, por ejemplo. No me hace una mejor persona haber leído 20.000 leguas de viaje submarino. Ahora, si uno critica el libro sin haberlo leído, o peor aún, si uno habla del libro habiendo visto la película, uno es un autentico idiota. No porque la película sea peor que el libro, ni porque haya que tener cierto CI para poder leer, sino por la desfachatez de hacerse el intelectual. El poser es un descarado que finge haber leído el libro, justamente porque es el tipo de persona que valora más a quienes lo leyeron que a los que no. Y es capaz de burlarse en mi cara por estar en la misma situación que él, solo porque yo sí admití mi ignorancia.
Aceptar nuestra propia ignorancia es el primer paso para aprender. Aceptar nuestras propias limitaciones nos permite poder ser felices. Si no eres capaz de leer una novela completa, pues no la leas. Nadie te debería decir nada por no haber leído ese libro, pero es seguro que a alguien vas a molestar por fingir haberlo hecho.
En una sociedad donde el respeto es moneda corriente, uno le debe respeto a sus congéneres; pero en la sociedad donde me temo que vivo, el respeto es algo que la gente debe ganarse. Uno no respeta porque es lo correcto, uno no respeta esperando respeto, uno respeta por miedo a las repercusiones de no hacerlo.
Yo personalmente prefiero que me insulten abiertamente a las falsas alabanzas, pero en general la gente es muy insegura como para afrontar que hay gente ahí afuera a la que uno no le va a caer bien. Así que o uno es hipócrita o es antisocial. En definitiva o te cae bien o estas actuando mal vos, y tienes algún defecto resaltable que hace que en primer lugar no hubiera querido tu amistad.
Lo ideal sería ser respetuoso con los demás hasta que nos falten el respeto. Es al menos como yo actúo en mi vida diaria. Saludando, pidiendo permiso, hablando cortesmente, sin utilizar insultos, etc. Pero a veces uno se cruza con personas que no fueron educadas apropiadamente para comportarse en sociedad, y si uno continúa tratando con respeto a alguien que no se lo merece, uno no solo será pisoteado por quienes no se rigen por las mismas normas, como quien boxea contra un rapiñero sin golpear bajo el cinturón, sino que puede llegar a perder el respeto de terceros incluso.