martes, 14 de febrero de 2012

Control de plagas

Hay personas que están mejor capacitadas para un trabajo que otras, ¿no? Hay personas que no van a hacer nada más que barrer calles por el resto de sus vidas, ¿no? Si hubieran tenido las mismas oportunidades que el gerente de un banco, ¿serian gerentes de banco, barredores o qué? Y si todos fuéramos gerentes de banco, ¿quien barre las calles? El dinero no valdría nada si todos tenemos todo el que queramos cuando lo queramos. Pensar en una sociedad equitativa, utópica, donde todos dispongan de los mismos recursos, donde a nadie le falten las necesidades básicas, ¿de donde saco un lujo, como puede ser una antigüedad, un vestido de diseñador o un jacuzzi? ¿Por qué habría de renunciar a mis lujos, yo que puedo lograrlos, solo para que él o ella puedan tener cosas por las que no hacen ni lo mínimo? Se premia con deméritos al esfuerzo. Yo digo eutanasia con los genes débiles. O manipulación genética o control natal. Esto no puede seguir así, como si todos los humanos debieran vivir, como si todos los humanos debieran tener progenie, como si todos los humanos fueran iguales, como si todos los humanos sirvieran, como si todos los humanos fueran necesarios. Hoy en día con un dos por ciento sería más que suficiente. Ya la información está a disposición de quienes quieran hacer uso de ella, no hay necesidad de mano de obra, se agotan los recursos, se acaba el espacio, y se malgastan energías en ayudar a las hormigas, energía que se podría estar aplicando en alcanzar la apoteosis de la raza. ¿Para qué nos sirven ellos? ¿Para qué los conservamos? Solo porque son más? Tenemos más poder en uno de nuestros dedos que ellos en sus ejércitos. Nosotros les damos sus armas, nosotros diseñamos sus uniformes, nosotros les damos las ordenes, ejecutemoles nosotros mismos también. Me hace pensar que son aquellos los que conservan a estas hormigas solo para sentirse parte de nosotros, cuando no son más que insectos más grandes, que necesitan pisotear a los más pequeños para sentir que no son insectos, por eso es que quieren conservarlos, cuando nosotros, que ya sabemos quienes somos, donde estamos y que no necesitamos demostrarle nada a nadie, ni siquiera necesitamos de nadie, vamos a ejecutar a todos los insectos, pequeños y grandes. Hace falta un cerebro más potente para engañarnos con estrategias de marketing.

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