domingo, 27 de noviembre de 2011

Aguja y tinta I

Aracne era su nombre. No, su madre no la odiaba, solo gustaba de la mitología griega. Alta para una niña de su edad. Pelo negro, ojos verdes, de una sonrisa encantadora que no mostraba bajo ninguna circunstancia desde que falleciera su padre. Quería a su padrastro, pero solo hay un padre. Arropada por el dinero que su padrastro acumulo con arduo trabajo, vestía elegantemente y con ropas elaboradas.
Y cuando le dijo a su madre que quería ser pintora, esta la mandó a fruncir un vestido. Saber coser es más importante para una niña que saber pintar. Y una mujer que cose consigue un mejor marido que una que pinta. Pero su abuela le mostró como pintar con una aguja. Así que ella cosió y bordó y tejió, y aprendió a pintar con una aguja aun mejor que con un pincel. Y como podía pintar con la aguja empezó a pintar siempre que podía. Y como practicaba todo el tiempo se volvió muy buena. Y siempre que alguien es bueno en algo hay alguien que no es tan bueno. Y siempre que uno es mejor que otro ese otro siente celos. Para peor tenía pretendientes. Ya fuera porque era una niña bonita o porque su madre tuviera razón y ser buena cosiendo atrae pretendientes. El punto es que esto solo despertaba mas celos, y ahí es que la muñeca llegó.

2 comentarios:

  1. Si decides seguir a Pablo pasa a la página 133. Si decides abrirte camino por tu propia cuenta pasa a la página 45.


    Este post no tiene comentarios. ¡Soyez le premier!

    ResponderEliminar
  2. Se me acaba de ocurrir una idea de como hacer eso funcional... Pero tendría que hacer un blog aparte de eso... Hmmmm... Actualizado tomando en cuenta la participación de los lectores. Lastima que eres anónimo, sino te daba un porcentaje :P

    ResponderEliminar