sábado, 5 de noviembre de 2011

Placer personal

Hoy quiero compartir con ustedes algunos de mis placeres privados. Siéntanse afortunados, pues no he revelado con nadie estas maravillas. La idea tras estos actos es sacar el máximo placer, con el mínimo esfuerzo, y tiene que ser algo que se pueda hacer en cualquier momento. Por ejemplo, estoy en el trabajo y algo me estresa, tengo que poder simplemente cerrar la puerta de la oficina y...

Placer 1.
Caminar desnudo


¿Eh? ¿Qué tiene de depravado? Y ¿cómo que no tenes oficina? Bueno, entonces en la soledad de tu cuarto, solo remueve aquello que moleste tu cuerpo y siente la libertad. Tal vez prefieras el termino descalzo, pero ¿no están desnudos los pies? El tacto suave de una alfombra, el masaje de la arena en la playa, las cosquillas que hace el pasto, la textura exquisita de las baldosas. Es un verdadero placer. Un masaje de cuerpo entero en casa paso. Recomiendo quitarse las medias, y lavar los pies antes de re-calsarse.


Placer 2.
Mentir


Tengo la suerte de vivir en una ciudad turística, así que cada día puedo solo pararme cerca de algún monumento o edificio, y ofrecer mis servicios a los turistas que pasan... La idea es sencilla: digo que soy pago por el gobierno de la ciudad para dar visitas guiadas, he invento un paseo a la carrera, dando datos técnicos falsos, contando maravillosas historias inexistentes y dando gloria a lugares y vistas que son tan cotidianos como el que más. A veces por vagancia solo digo que estoy para dar información sobre ese edificio especifico...


Placer 3.
Evitar una pelea

 Primero hay que causar una pelea con un total extraño. Esto es importante, porque no queremos afectar la relación con nuestros seres queridos. Pero en vista que es difícil saber que hace enojar a alguien que no conocemos, y que no sabemos cuanto pueda enojarse, lo mejor es proceder como sigue: se espera en un semáforo a que cambie en rojo, en ese momento que la gente se empieza a amontonar, se gritan blasfemias al otro lado de la acera. Se insulta sin distinción, un insulto genérico que haga encolerizar a nuestros incautos interlocutores. El placer de descargar improperios ya es bastante, pero ver como salimos impunes, cuando la gente se mira entre sí a ver a quien gritamos, pero nadie considera que sea a sí, sobretodo cuando miramos al horizonte al cambiar el semáforo a verde y pasamos de largo de la multitud...


Placer 4.
Viajar

Yo viajo montado en una pluma; pero no es necesaria. En general con solo cerrar los ojos ya se puede disfrutar del frío antártico colándose por mis miembros, y escuchar el sonido del silencio en las bastas planicies blancas. Pero esto se puede tecnificar aún más, llegando a un solipsismo autoinducido. Estoy en estos mismos momentos terminando una cámara de aislamiento sensorial muy... especial. Otra opción es un cocktail de anfetaminas, relajante muscular y alucinógenos; pero no hago apología en mi blog.


Placer 5.
Salir de casería

Me gusta la Wikipedia, no porque aumente mi conocimiento, sino porque aumenta mi ignorancia: aprendo nuevos tópicos que desconozco. Es fantástico como te obliga a navegar página tras página, artículo tras artículo, persiguiendo una ballena blanca inexistente. El principal inconveniente sería conseguir internet. Pero siempre se puede recurrir a un problema matemático de reserva para momentos de emergencia. Como el clásico del pastor con la oveja, el lobo y la lechuga. (¿Por qué habría un pastor de transportar un lobo al otro lado de un río?)


Y ya que estoy termino con un problema que me presentaron hace poco y me encantó:

Utilizando únicamente dos lineas rectas, dividir la figura de manera tal que se forme un total de diez triángulos.

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