lunes, 18 de julio de 2011

R2D2

—Necesito un alma Arturo.

—V0CA3LO N0 ENC0N7RAD0: DEF1N4 A1M4

El anciano respiraba dificultosamente por un tubo que provenía del respaldo de su silla de ruedas. Un micrófono incrustado en su pecho, producía artificialmente los sonidos que su sistema nervioso central, mandaba directo al sistema de soporte de vida y apoyo. Solo se podía apreciar su frente, rebosante de manchas hepáticas a falta de pelo, excepto el abundante de las cejas, único altar de carne en una masa de metal.

Hacía 73 años que había empezado a reemplazar parte por parte de su cuerpo por un reemplazo artificial. Solo quedaba su cerebro de la materia orgánica que fuera su cuerpo. Pero por más hígado sintético, sangre artificial y pulmón de acero que tuviera, no podía reemplazar su cerebro. Si reemplazara el cerebro por otro, ¿no sería como reemplazar el cuerpo del otro cerebro en realidad?

—Necesito un alma Arturo—Repitió—Y la necesito pronto.

—A1M4: N0 S3 REG15TR4 E1 C0MP0N3NT3, D4T4 1NSUF1C13NT3

—Un alma Arturo. La esencia del ser. En algún tiempo se pensó que la persona existía de forma intangible dentro del cuerpo. Que la mente existía de forma independiente del cuerpo. Luego dicha creencia cayó en desuso por el simple hecho de que no ha habido pruebas, ni las habrá jamas. 
El asistente robotico intentaba con todas sus fuerzas entender los deseos del anciano, pero su mente de silicio no estaba craneada para semejante tarea, sino para cuidar de un viejo enfermo.

—La gente está segura hoy en día de que solo somos una mente que funciona en una gelatina que llaman cerebro. Un cerebro no es más que una compleja red de neuronas, (que a su vez son una compleja aglomeración de proteínas), cuya disposición genera patrones y circuitos, cuya circulación eléctrica se interpreta por nuestra mente como pensamientos. Pero nuestra mente es esos mismos pensamientos. ¿Somos los patrones de neuronas? ¿Somos las corrientes eléctricas? ¿Soy yo acaso los neurotransmisores y químicos que codifican la mente? 
No, mi querido Arturo. La respuesta a que soy yo, es pues mi alma. 

Arturo miraba desesperado al anciano sin comprender. No tenía que responder a una pregunta, no tenía que ir a buscar algo, no parecía necesitar nada de él, y aún así le hablaba fuerte y claro. Ni siquiera emitía sonidos de dolor o asfixia, o un preocupante silencio. No, hablaba con pleno uso de sus facultades. ¿Qué debía hacer? Le había dicho que precisaba un "alma", pero Arturo no contaba con información sobre QUE era un "A1M4" 

—Voy a mover mi ser a un cerebro artificial. Voy a hacer un transplante desde mi mente a una computadora que recreará mis patrones, mis conexiones, mis circuitos, mis pensamientos, en un medio inmortal. Pero para eso preciso un alma. Tengo que estar seguro de que voy a ser yo quien resida en esa carcasa inmortal, y no solo darle vida a una replica exacta de mí. 

El anciano miraba por la ventana curva que cubría un tercio de la habitación, con sus negras cámaras instaladas en donde debiera haber estado el cuello, si no fuera una caja con ruedas. La vista a la ciudad debiera haber sido impresionante, con sus interminables edificios interconectados en una maranha símil selva, y con la pantalla del cielo mostrando un atardecer en ese momento.

—Me muero Arturo. Muero lentamente a medida que mi cerebro se deteriora. Sí, hay tratamientos con células madre que restauran las neuronas que mueren, pero los intrincados patrones y circuitos neuronales se pierden para cuando un reemplazo es creado. Mi mente muere y una nueva la reemplaza. Es transplantar un cerebro pero lentamente.

El ayudante robot, colgando inerte del techo con sus ocho brazos retraídos en el caparazón, escuchaba atentamente a su paciente asignado, en espera de una orden o una señal de que debiera intervenír. La habitación aséptica solo contaba con el robot en el techo, la estación donde recargar la silla que era su soporte de vida y apoyo, la telepantalla (sin pantalla), donde el viejo vivía de facto y una maceta blanca, con una planta ornamental de plástico, tan blanca como todo lo demás.

—Me muero y solo un alma podría salvarme.

—T0M3 L4 M1A 5EÑ0R

Y la habitación fue envuelta en luz.

—Gr4cia5 4rtur0—Dijo el robot...

10 comentarios:

  1. Me encantó, aunque dejé de entender en la parte de la bola de fuego xD

    Estuve chusmeando entradas viejas y me gusta como escribís (:
    Saludos!

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  2. No tiene final si te sirve de consuelo :P Y saqué eso igual XD

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  3. ¡GRANDE! Seguí así loco, la sci-fi es tu fuerte. Saludos.

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  4. Bueno, gracias por los halagos, pero yo quiero CRITICAS! XD Saludos desde la blogosfera!

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  5. Jámas, pero jamás, vuelvas a escribir historias de gatos.

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  6. Hola!
    Primero me presento soy DE MONDO, mucho gusto.
    La única critica que capas te pueda hacer es a tu critica misma xD. Al inducir esa presión a los demás, en resaltar tus errores, defectos, o tus limitaciones, estas poniendo al receptor en un lugar casi de obligación, haciendo que sea algo forzoso. Pero si en vez de que los pidieras golpes, los pidas una opinión constructiva, o simplemente una opinión (no me refiero gustos personales claro está) capas al que lee tus creaciones y lo interprete o lo presente en un comentario, vos verías parcialmente que recibieron y te darías cuenta que creaste y que le falta.
    (Hoy en día con la modernidad, ciencia y la tecnología ,no hace falta golpes para hacer una buena espada)

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  7. 1) Encantado DE MONDO
    2) Es solo una cuestión de semántica. ¿QUIÉN en su sano juicio va a sentir presión?? :P
    3) Naaah, esas no son espadas, son cuchillos muy grandes U.U

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  8. "La letra con sangre entra."

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