martes, 13 de septiembre de 2011

Media tarde y está lloviendo

Media tarde y está lloviendo. Ni siquiera sopla una brisa que mueva los árboles. Una lluvia mansa y tranquila que cae incesantemente, derrochando monotonía. La casa gotea a mi alrededor, los árboles gotean también y solo un par de aves cantoras dan la ilusión de vida. 
Que hermoso sería el mundo si le quitáramos la gente.
El sauce llorón, haciendo gala de su nombre, escurre lagrimas del cielo. Y al caer del borde de la casa, como los dedos de un pianista, tocando un vals invisible, golpean las gotas, gordas y cansadas.




No es un intento de plagio: Aplastamiento de las gotas. Solo encontré en mi libreta este texto precisamente al estar escuchando esta canción, y, aunque no quise en primer momento postearlo por el parecido subconsciente con el texto de Cortázar, esta coincidencia me disuadió.

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