martes, 30 de noviembre de 2010

Lone

Se levanto como todas las mañanas, solo. Vivía en esa cabaña que él mismo levanto con sus herramientas caseras. Con su hacha, hecha de una roca atada a una rama gruesa con trozos de cuero, talo los árboles que usó para vigas y soportes. Los ladrillos de barro cocido los hizo con la tierra que saco de lo que ahora era el sótano. El piso de tablas, que corto con MUCHO trabajo, usando una cierra de hueso. ¿Y de donde saco el hueso, cuero etc? Pues cazaba, con lanza, honda, red, trampas, etc.

Ya tenia cultivos, y lo primero que tenia que hacer de mañana era cuidarlos. Regar, sacar hierbas ajenas al plantío (que eran pocas especies, pues había encontrado un uso para casi todas las plantas del bosque... que no fueran venenosas...) Había una de raíces bulbosas que asaba o hervía, una de espigas cuyo grano podía usar para hacer harina o elaborar una bebida tipo cerveza, y hasta una mata con bayas que servían para hacer dulce. Ya hasta tenia árboles de manzanas silvestres, nueces de campo e higueras, que lo abastecían a lo largo de todo el año. Cuidaba de algunos animales, como palomas, cabras, cerdos jabalíes y hasta tenía un par de “gatos salvajes domesticados” que cuidaban de alimañas sus dominios.

Vestía una toga de pelo de cabra, atada en la cintura con una cuerda de cáñamo. Después de años había logrado hilar el largo pelo de las cabras de montaña para poder reemplazar su vestimenta de cuero, demasiado calurosa en estos días de primavera. Usaba en los pies unas sandalias de cuero y en la cabeza un sombrero de ala ancha tejido de juncos. Y del cinto colgaba su cuchillo de hueso, indispensable en todo momento. Y cuando debía llevar más cosas simplemente se colgaba su bolso al hombro. En días de lluvia tenia una ropa de cuero que, a base de resinas de un árbol logro impermeabilizar.

Ya hacia cosa de... ¿diez? ¿Doce años? Era muy difícil llevar la cuenta de cuando había sido enviado a ese tiempo. Aún recordaba cuando fue seleccionado para el experimento, con pruebas iguales a las que los astronautas eran sometidas. Aún recordaba cuando apareció a unos cuatro metros de altura, porque calcularon mal las diferencias del suelo. Aún recordaba vomitar sangre y no poder controlar sus esfínteres, y hasta perder la vista durante un par de días. Tuvo mucha suerte. Mucha.
La idea era desplazar su cuerpo unos doce mil años en tiempo, que dejara algún tipo de huella en el lugar, cosa que el equipo lo encontrara en su tiempo originario.

Era imposible llevar algo con el. Si se enviaban otros objetos era casi imposible que temporizaran en el mismo lugar y tiempo. Aún así enviaron un cubo perfecto, de Pi centímetros de arista, hecho del oro más puro conseguible por separación electrolítica, para ver si lograron enviarlo al lugar y tiempo correcto, aunque no lograra su cometido. No llego con él. Quien sabe, tal vez apareció pero mil años antes, tal vez aún no apareció, tal vez aparecieron juntos pero a miles de kilómetros de distancia. No era un proceso perfecto. Y aunque la idea era que temporizaran en el lugar exacto pero doce mil años antes, la tierra se desplazaba por el sistema solar, el cual se desplazaba por la galaxia, la cual se desplazaba por el universo.

Tuvo MUCHA suerte de aparecer en la tierra siquiera... Y hacia ya más de una década que intentaba contactar con una población humana que puede aún no haber evolucionado, tratando de conseguir algún tipo de medio de dejar una huella en el tiempo que perdure doce mil años. No iba a ser el primero que fallara. Ya Albert había dado información atemporal para dejar su huella, ya Leonardo había hecho obras de arte que seguían existiendo en el... presente, ya Jesús había retrocedido mas de dos mil quinientos años, ya Zeuz, Afrodita, Hefesto, Atenea y Ares habían demostrado que aparecieron juntos mil años antes que él.

Él no iba a fallar.

1 comentario:

  1. I like it.
    Estas catalogando los post en grupos, ok, era todo lo que iba a acotar.
    Zas!

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